Un día empecé a leer un libro de autoayuda que me regaló un novio de la prepa. Recuerdo que decía que la <STRONG>felicidad era vivir en el presente</STRONG>: dejar de estar atado al pasado y evitar fantasear demasiado con el futuro. Una de esas frases que se te quedan grabadas. Probablemente porque en ese entonces me conflictuaba mi inclinación por rememorar y por planear…entonces, si dejaba de encontrar confort en mis recuerdos o fantasear con el porvenir ¿sería más feliz?</P> <P>Muchos años después, observo que nuestra sociedad tiende a la nostalgia y la prospección de manera incluso necia. <EM>Vemos al pasado como si hubiera sido lo mejor</EM> (como el insight de la película “Midnight in Paris”) y estamos obsesionados con que lleguen por fin los coches voladores; sin darnos cuenta de que el presente tiene cosas mucho mejores y mucho peores que el pasado, y sin detenernos demasiado a pensar que ya vivimos rodeados de tecnología que corresponde a la ciencia ficción más inverosímil (un ejemplo son los gadgets que pronto se autodestruirán (ref 1)